¿Por Qué Me Irrita Tanto Escuchar de Dios? La Señal de una Profunda Separación. 😡
La experiencia de sentir molestia o irritación al escuchar la Palabra de Dios, las alabanzas o el nombre de Jesús, es una señal clara de una profunda separación espiritual. Esta no es simplemente una aversión intelectual, sino un síntoma de un corazón que se ha alejado de su Creador, creando un vacío que permite la influencia del maligno (el Adversario).
1. 💔 El Alejamiento y la Separación
El ser humano, por naturaleza, nace separado de Dios debido al pecado original. Este alejamiento es lo que da lugar a la influencia de fuerzas espirituales que se oponen a Dios. Cuando una persona no reconoce ni acepta a Jesús como su Salvador, está fuera de la familia de Dios (no es "hijo de Dios" en el sentido de adopción espiritual por la fe).
La Raíz de la Separación: El pecado es la barrera.
"Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír." (Isaías 59:2)
La Condición de No-Hijos: Se describe la condición espiritual antes de la fe en Jesús.
"Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia." (Efesios 2:1-2)
2. 🔥 La Irritación y el Rechazo a la Luz
La molestia o la ira que surge al escuchar temas de Dios, bendiciones, o alabanzas, se debe a que la luz de la verdad confronta la oscuridad en la que se vive. Para un espíritu que está bajo la influencia del maligno, o simplemente dominado por su propia naturaleza carnal, la pureza y la santidad de Dios son como un fuego que le resulta intolerable.
La Hostilidad a la Mente de Dios: La mente sin el Espíritu Santo rechaza lo divino.
"Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede." (Romanos 8:7)
La Preferencia por la Oscuridad: Las personas se irritan con la luz porque expone sus acciones.
"Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas." (Juan 3:19-20)
La Reacción ante Jesús (El Cordero 🐑): Incluso en la Biblia se narra la reacción de los espíritus malignos ante la presencia del Cordero de Dios, mostrando su tormento.
"Y clamaron a gran voz: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?" (Mateo 8:29)
3. 🚪 La Puerta Cerrada (No Apertura)
La incapacidad o la falta de voluntad para "abrirse" a la Palabra o al Evangelio es un acto de resistencia al Espíritu Santo. Es el corazón que elige endurecerse ante el llamado de Dios, prefiriendo mantener el control personal sobre la entrega a la fe.
El Corazón Endurecido: La advertencia es no cerrar la puerta cuando Dios está llamando.
"Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto." (Hebreos 3:7-8)
Oídos Sordos a la Verdad: Una descripción de cómo el rechazo se vuelve deliberado.
"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
" (2 Timoteo 4:3-4)
💡 Conclusión y Llamada
Si sientes irritación al escuchar sobre Jesús y Su amor, no lo veas como algo normal o un simple gusto musical/temático. Es un indicador espiritual. La bendición te molesta porque está diseñada para deshacer el muro de separación que ha construido la iniquidad y la influencia que te domina.
La buena noticia es que el Cordero de Dios (Jesús) ya proveyó el camino para terminar con esa separación. La solución no es resistir la molestia, sino rendirse a la verdad que te irrita.
La Solución es la Fe:
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." (Juan 1:12)
