La Biblia es muy clara y enfática en su condena del chisme (murmuración, habladurías) y las palabras mal intencionadas (calumnia, maledicencia, mentira), considerándolos pecados serios que dañan las relaciones y desagradan a Dios.
El mensaje principal es que la lengua tiene un poder inmenso, para bien o para mal, y que la forma en que hablamos revela lo que hay en nuestro corazón.
Aquí están los puntos clave y algunos versículos importantes:
1. El Chisme, la Calumnia y sus Efectos
La Biblia describe el chisme como algo destructivo que:
Destruye la Amistad y Causa Contienda: El chismoso divide a los amigos íntimos y enciende pleitos.
Proverbios 16:28: "El hombre perverso provoca contiendas, y el chismoso divide a los buenos amigos."
Proverbios 26:20: "Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda."
Es Doloroso y Dañino: Las palabras chismosas se comparan con un placer momentáneo, pero con un daño profundo.
Proverbios 18:8: "Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas."
Es Prohibido Directamente: Es una orden clara dentro de la Ley de Dios.
Levítico 19:16: "No andarás chismeando entre tu pueblo."
Revela un Corazón Necio o Malvado: Quien calumnia o propaga mentiras es llamado necio.
Proverbios 10:18: "El que encubre el odio es de labios mentirosos; y el que propaga calumnia es necio."
2. La Maledicencia y la Calumnia
Las palabras mal intencionadas, la maledicencia y la calumnia son vistas como expresiones de malicia que deben ser erradicadas de la vida del creyente.
Marcos 7:20-23: Jesús enseñó que las malas palabras provienen del corazón. Menciona que del corazón salen "los malos pensamientos... la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona."
Efesios 4:31: "Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia." (Y en contraste, se pide ser "benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros").
1 Corintios 6:9-10: Advierte que quienes practican la calumnia y otros pecados graves no heredarán el reino de Dios, lo que subraya la seriedad de este pecado.
3. La Advertencia sobre la Lengua
El libro de Santiago contiene una de las advertencias más fuertes sobre el poder destructivo de la lengua.
Santiago 3:5-6: La lengua es descrita como un miembro pequeño pero poderoso, "un fuego, un mundo de maldad" que "contamina todo el cuerpo" e "incendia el curso de la vida".
Santiago 1:26: El no controlar la lengua hace que la fe sea vana.
"Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana."
4. La Regla de Oro para Hablar
En lugar de chismes y palabras mal intencionadas, la Biblia anima a usar las palabras para edificar y dar gracia:
Efesios 4:29: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes."
Proverbios 21:23: "El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias."
Salmo 34:13: "Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño."
El Chisme y la Maledicencia en la Biblia: Un Resumen
La Biblia condena firmemente el chisme y las palabras maliciosas, considerándolos pecados serios que provienen de un corazón incorrecto y que tienen consecuencias destructivas.
En una sola frase: La Biblia enseña que debemos refrenar nuestra lengua del mal para proteger nuestra alma y la paz de nuestra comunidad, usando nuestras palabras solo para construir y edificar a los demás.