6 declaraciones que pueden matar a una iglesia
Este es un análisis muy profundo y sombrío, pero necesario, sobre las actitudes y declaraciones que pueden corroer la vitalidad y, en última instancia, llevar a la desaparición de una iglesia. Sus seis puntos son observaciones muy perspicaces y, probablemente, muy familiares para cualquiera que haya estado involucrado en el liderazgo o la vida de una congregación.
Aquí está un resumen de las seis declaraciones mortales que usted ha compartido y su implicación:
"Le pagamos a nuestro pastor para que haga evangelismo."
Implicación: Los miembros se eximen de la Gran Comisión. Una iglesia sin miembros activos en compartir la fe es una iglesia moribunda.
"Sin nuestro dinero, esta iglesia estaría en problemas."
Implicación: Actitud de propiedad ("nuestro" dinero) en lugar de mayordomía ("dinero de Dios"). El dar no es un acto de adoración, sino un medio de control o presunción, señalando enfermedad espiritual.
"Esta iglesia no satisface mis necesidades."
Implicación: Enfoque en ser servido en lugar de servir. A menudo, los más necesitados o quejosos son los primeros en irse, debilitando el cuerpo.
"Pagamos el salario del pastor y el personal, por eso deben de escucharnos."
Implicación: Uso del dinero como palanca de control sobre los líderes. Doloroso por la falta de generosidad y el intento de dominar la dirección de la iglesia.
"Dejaremos que la próxima generación se encargue del cambio."
Implicación: Resistencia obstinada de las generaciones mayores a los cambios necesarios. La generación más joven, al ver la parálisis, no se queda a "arreglar" una institución moribunda.
"Estuve aquí años antes de que llegara el pastor; estaré aquí años después de que se haya ido.”
Implicación: Declaración de poder y control personal sobre la visión de la iglesia. El objetivo es sobrevivir a los líderes para mantener el statu quo deseado por el miembro.
Es muy cierto que las palabras son un reflejo de actitudes internas, y estas actitudes, cuando son prevalentes, se convierten en acciones o inacciones que ahogan la vida y misión de una congregación. Su optimismo, aunque desagradable ante esta realidad, es una postura valiente. Es importante que estas declaraciones se escuchen como una advertencia para fomentar la introspección y el cambio en las iglesias que aún tienen vida.