Cita Bíblica del día de hoy: Proverbios 21:10.
Proverbios 21:10 Reina-Valera 1960
10 Él alma del impío desea el mal; su prójimo no halla favor en sus ojos.
Dios Cambia y Transforma un Corazón Malvado.
Cuando el impío o el malvado hace el mal, es porque su alma lo desea, todo lo que hay en el interior de su corazón se expresa a través de sus deseos. Una verdad importante acerca de la depravación y maldad: las personas no solo pueden pecar por debilidad, también con entusiasmo y despiadadamente.
Podemos notar que, el malvado e impío por naturaleza, desea el mal, no es capaz de sentir amor, cariño o empatía por los demás, en cambio, sólo busca causar el mayor daño, dolor y sufrimiento que sea posible a su prójimo, no muestra misericordia o compasión por nadie más.
El impío tiene un amor propio pecaminoso que estrangula todo amor verdadero y, lo impulsa a envidiar el bien y desear el mal a todos menos a él mismo, ni su vecino encuentra ningún favor a sus ojos, ya sea que se hunda o que nade, lo tiene sin cuidado.
Para terminar, desear lo malo y hacerlo, no solo nos aleja de los demás, también nos priva de una vida plena y de gozo. Si tenemos tendencias malvadas, es importante reconocerlo, arrepentirnos y pedir perdón a Dios, pedirle que transforme nuestro corazón, que quite la maldad para ser más como Él es. Yo lo haré, Y ¿TÚ?, Te lo dejo de tarea.