Proverbios :: Un Llamado a la Humildad.

Cita Bíblica del día de hoy: Proverbios 21:24.

Proverbios 21:24 Reina-Valera 1995
24 Escarnecedor es el nombre del soberbio y presuntuoso que actúa con la insolencia de su presunción. 

Un Llamado a la Humildad.

“Escarnecedor” se relaciona con la burla y arrogancia, aquí es usado para describir a aquellos que se creen superiores a los demás, que actúan con prepotencia y se creen por encima de cualquier consejo. Los soberbios y arrogantes no permiten opiniones, aunque sean sabias, que influyan en sus decisiones. 

De los muchos tipos de necios, el soberbio es uno de los peores, él es conocido por ser soberbio, presuntuoso y arrogante, se cree superior a los demás, incluso, mejor que Dios y, es conocido por sus acciones. Su vida estará marcada con un gran orgullo, un orgullo arrogante. 

La biblia nos enseña que debemos ser humildes y estar abiertos a las enseñanzas, consejos y correcciones de los demás. La soberbia ciega nuestro entendimiento y nos lleva a creer que podemos hacer todo por nosotros mismos, que no necesitamos la ayuda de nadie, ni de Dios. 

Un hijo de Dios sabe que la verdadera grandeza se encuentra en la humildad, aunque estemos en situaciones donde podemos sentirnos superiores. Recordemos que Dios quiere que seamos humildes, bondadosos y respetuosos con todos los seres humanos y delante de Él. Yo lo haré, Y ¿TÚ?, Te lo dejo de tarea. 

Proverbios :: Cuidemos lo que Hablamos.

Cita Bíblica del día de hoy: Proverbios 21:23.

Proverbios 21:23 La Biblia de las Américas
23 El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias.

Cuidemos lo que Hablamos.

Un caballo furioso necesita una rienda en su cabeza para contenerlo y dirigirlo, y parece que la lengua del ser humano necesita más que una doble rienda para evitar que haga daño. Nuestra lengua y boca, pueden ser herramientas poderosas tanto para el bien como para el mal. 

La lengua no es un órgano involuntario que trabaja independientemente de la voluntad, como el corazón y los pulmones; siempre es el sirviente de la mente y nunca se mueve sin voluntad. Tenerla bajo control es necesario para no meternos en problemas, no dañar relaciones ni dar mal testimonio. 

Proverbios 21:23 es un llamado a la reflexión sobre la importancia de controlar nuestras palabras y actitudes, no solo lo que decimos, sino también cómo y cuándo lo decimos. Es bueno cuidar lo que decimos y no hablar todo lo que se nos viene a la mente, las palabras descuidadas traen muchos problemas. 

Como hijos de Dios, nunca olvidemos el impacto que tienen nuestras palabras, con una palabra amable podemos iluminar el día de una persona y, con palabras hirientes dejar cicatrices. Con las palabras que salen de nuestra boca, se puede distinguir entre el sabio y el necio. Yo guardaré mi lengua y mi boca, para ser de edificación y glorificar a mi Señor y Dios, Y ¿TÚ?, Te lo dejo de tarea.

Proverbios :: El Sabio Confía en Dios.

Cita Bíblica del día de hoy: Proverbios 21:22.

Proverbios 21:22 Reina-Valera 1960
22 Tomó el sabio la ciudad de los fuertes, y derribó la fuerza en que ella confiaba. 

El Sabio Confía en Dios.

Se pueden construir fortalezas en apariencia impenetrables, pero siempre habrá alguien inteligente que la pueda invadir. Babilonia es un ejemplo, construida con 2 altos muros y con guardias. Pero, el general de los Medos-Persas, encontró la forma, desvió el río que pasaba por debajo de los muros y entraron.   

Esté versículo lo podemos interpretar como una lección sobre la conquista de la adversidad. La “ciudad” son los obstáculos y desafíos en apariencia imposible de superar, los “fuertes” son las habilidades, estrategias y herramientas con las que contamos y, la sabiduría es la fuerza que le permite al sabio la victoria ante la dificultad.  

En la vida enfrentamos situaciones que parecen imposibles de superar, que parecen demasiado difíciles de vencer, pero que con sabiduría se puede lograr. Está sabiduría no es solo conocimiento, sino la confianza en Dios, en conocerlo a Él, buscarlo en la necesidad y descansar en su amor, gracia y misericordia. 

Un hijo de Dios sabe que esta sabiduría se adquiere a través de la comunión con Dios, del estudio de su Palabra y nuestra disposición a obedecerla. En medio de la adversidad, seamos sabios, descansemos y confiemos en Dios, porque Él siempre tiene el control. Yo lo haré, Y ¿TÚ?, Te lo dejo de tarea.