Señor, tú eres mi brújula

Señor, tú eres mi brújula, la que me orienta y me indica el camino a seguir. Tú eres mi luz, la que me ilumina y me muestra la verdad. Tú eres mi roca, la que me sostiene y me da seguridad. Tú eres mi todo, el que me ama y me da la vida.

Te pido, Señor, que me guíes en este día, que me des sabiduría para tomar las mejores decisiones, que me des fuerza para hacer las cosas bien, que me des gracia para tratar a los demás con amor. Te encomiendo, Señor, todas mis actividades del día, que sean para tu gloria y para el bien de los que me rodean. Te pido, Señor, que me bendigas en cada momento de mi vida, que me protejas del mal y del pecado, que me proveas de lo que necesito, que me consueles en las aflicciones, que me alegres en las bendiciones.

Gracias, Señor, por estar siempre conmigo, por escuchar mi oración, por responder a mi clamor. Te alabo, Señor, por tu grandeza, por tu bondad, por tu fidelidad. Te amo, Señor, con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente.

En el nombre de Jesús, amén.

Proverbios :: Ovejas o Cabritos.

 Cita Bíblica del día de hoy. Proverbios 20:26.

Proverbios 20:26 Reina-Valera 1960
26 El rey sabio avienta a los impíos, y sobre ellos hace rodar la rueda. 

Ovejas o Cabritos. (Mateo 25:31-46)

En tiempos antiguos, cuando se cosechaba el trigo, se separaba la cáscara del grano con una especie de trineo sobre ellos, esto era completamente benéfico. Así sucedió con el rey sabio, separa las personas malas de las buenas, para evitar que el mal se propague, y poner fin a su maldad.

Aquí se nos muestra la importancia de tener un líder justo y sabio, que es capaz de detectar y de actuar con justicia sobre la maldad, sobre aquellos que realizan actos delictivos. También se menciona la rueda sobre los malos, indicando así, las terribles consecuencias de sus malas acciones.

“El rey sabio avienta a los impíos” si un rey terrenal e imperfecto entiende lo importante de administrar la justicia, y detener el mal, y parte de todo esto es examinar con cuidado y aventar (separar y castigar) a los impíos, ¿Qué podemos esperar de Dios que nos conoce a la perfección y su justicia es perfecta?. 

Dios también nos examina, conoce nuestra maldad y pecado, en su momento, Él separará a sus hijos, a los que le recibieron y creen en Jesús como Señor y Salvador para estar con Él, y a los malvados que no se arrepienten de su maldad, ni ponen su fe en Él, irán a condenación eterna. ¿De qué lado estamos? Yo ya he puesto mi fe en Cristo, Y ¿TÚ?, Te lo dejo de tarea.

Gracias, Señor, por todo lo que me das

Señor, hoy quiero darte gracias por todo lo que me das. Gracias por la vida, por el aire que respiro, por el agua que bebo, por el alimento que me sustenta, por el sol que me ilumina, por la luna que me acompaña, por las estrellas que me maravillan, por la naturaleza que me rodea, por la creación que me revela tu gloria.

Gracias por la familia, por los amigos, por los hermanos, por las personas que me aman, que me apoyan, que me animan, que me escuchan, que me aconsejan, que me abrazan, que me hacen reír, que me hacen crecer, que me hacen mejor.

Gracias por la salud, por la fuerza, por la energía, por la capacidad, por la habilidad, por la oportunidad, por la libertad, por la dignidad, por la identidad, por la seguridad, por la estabilidad, por la prosperidad.

Gracias por la fe, por la esperanza, por el amor, por la gracia, por la misericordia, por el perdón, por la salvación, por la santificación, por la redención, por la adopción, por la bendición, por la comunión.

Gracias por Jesús, por su nacimiento, por su vida, por su muerte, por su resurrección, por su ascensión, por su intercesión, por su regreso, por su reino, por su señorío, por su amistad, por su ejemplo.

Gracias, Señor, por todo lo que me das. Reconozco que todo lo que tengo y todo lo que soy viene de ti, y que sin ti nada soy y nada tengo. Te alabo y te adoro por tu bondad, tu fidelidad, tu generosidad, tu majestad. Te entrego mi corazón, mi mente, mi alma, mi cuerpo, mi voluntad, mi servicio, mi adoración. Te pido que me ayudes a vivir agradecido, a compartir lo que me das, a dar lo que me pides, a hacer lo que me mandas, a ser lo que me creas. En el nombre de Jesús, amén.