Proverbios :: Dar con Generosidad y por el Placer de Dar.

Cita Bíblica del día de hoy: Proverbios 21:26.

Proverbios 21:26 Reina-Valera 1960
26 Hay quien todo el día codicia; pero el justo da, y no detiene su mano. 

Dar con Generosidad y por el Placer de Dar.

Él codicioso es una persona que ansía acumular riquezas materiales y que está dispuesto a hacer lo que sea para lograrlo. Por otro lado, el justo es una persona que no es egoísta, que da sin retener su mano, que comparte lo que tiene con generosidad porque le encanta dar y no pide nada a cambio.

El concepto de codicia no es nuevo, Jesús enseña sobre lo inútil de acumular riquezas. “No podemos servir a Dios y a las riquezas” Mateo 6:24. Hoy en día, tendemos a valorar la riquezas y darle mayor importancia de la que tiene, pero, la verdadera riqueza está en compartir lo que tenemos con y por amor.

En Mateo 6:19-21, Jesús nos enseña que debemos enfocarnos en obtener riquezas espirituales en lugar de las materiales. Él dice: que no acumulemos tesoros en la tierra donde pueden ser robados o corrompidos, mejor acumulemos tesoros en los cielos, porque donde esté nuestro tesoro, allí estará nuestro corazón.   

Como hijos de Dios, recordemos que la verdadera riqueza se encuentra en la generosidad y el amor a los demás, Dios nos bendice tanto, que tenemos para nosotros y para compartir, para ser de bendición. Si Dios nos bendice, aprendamos a bendecir y dar con generosidad, solo por el placer de dar, así como Dios nos da a nosotros. Yo lo haré, Y ¿TÚ?, Te lo dejo de tarea.

Proverbios :: Examinando la Intención del Corazón.

Cita Bíblica del día de hoy: Proverbios 21:27.

Proverbios 21:27 Reina-Valera 1960
27 El sacrificio de los impíos es abominación; ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad. 

Examinando la Intención del Corazón.

Aunque Dios requirió de su pueblo sacrificios, el sacrificio por sí solo no tenía ningún poder liberador o redentor. Lo que le daba poder al sacrificio era la intención del corazón de quien lo ofrecía. Por eso, si quien ofrecía sacrificios no se arrepentía de su maldad, o lo hacía sin seriedad o pureza de corazón, no agradaba a Dios. 

Queda claro entonces, que las ofrendas y sacrificios no son meras formalidades religiosas, algo con lo que debemos cumplir, sino es una manifestación de lo que hay en nuestro corazón. Cuando presentamos nuestra ofrenda sin arrepentimiento y fe, es como querer sobornar a Dios para compensar nuestra maldad. 

Se cuenta de una persona que no salía de casa sin orar, pero cuando salía decía: “ahora, diablo, haz lo peor que puedas”. No ofrezcamos a Dios ofrendas o actos religiosos, como asistir y servir en la iglesia, para ocultar o justificar nuestros pecados. 

Como hijos de Dios, cada ofrenda y servicio a Dios, debe ser con sinceridad y pureza de corazón. No se trata sólo de lo que damos ni de cuánto damos, sino de la intención con que damos. Un corazón sincero intenta dejar el pecado y la maldad, ofrezcamos a Dios un corazón sincero y puro, como ofrenda agradable a Él. Yo lo haré, Y ¿TÚ?, Te lo dejo de tarea.

Proverbios :: Con Todo Contra la Pereza.

Cita Bíblica del día de hoy: Proverbios 21:25.

Proverbios 21:25 Reina-Valera 1995
25 El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos no quieren trabajar.  

Con Todo Contra la Pereza.

“El perezoso quiere todo, lo que no quiere es trabajar” (TLA), un perezoso puede decir: hace años tenía muchos sueños, ahora tengo sueño y muchos años. La pereza no solo es un problema para nosotros mismos, también lo es para la sociedad en general, al no aportar nuestro granito de arena en el bien común. 

Proverbios 21:25 nos advierte sobre el peligro de la pereza y lo importante de tener un trabajo y mantenernos activos, porque al desear cosas sin trabajar para conseguirlas, nos estamos acercando a la tentación, alejándonos de la Palabra de Dios, para ser una carga a la sociedad. 

Esto nos puede ayudar a tomar en serio la importancia y la responsabilidad del trabajo, si somos perezosos y no tenemos la motivación para trabajar, tampoco la tendremos para servir a Dios y cumplir su voluntad. Recordemos que trabajar no es solo una obligación o maldición, sino una bendición que Dios nos da. 

La pereza es un enemigo peligroso que puede alejarnos de los caminos de Dios y de su voluntad, además de hacernos perder oportunidades importantes en la vida, además de ser una forma de dar testimonio de nuestra fe. Como hijos de Dios, luchemos contra la pereza, cumplamos el propósito de Dios para nuestra vida. Yo lo haré, Y ¿TÚ?, Te lo dejo de tarea.