|Día 25
📖 “Esto, para que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo viento de doctrina por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza: Cristo. De parte de él todo el cuerpo, bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todos los ligamentos, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad proporcionada a cada uno de los miembros para ir edificándose en amor.” (Efesios 4:14-16)
🌀 La madurez espiritual es esencial para cumplir la misión de Dios. Pablo advierte que un discípulo inmaduro es presa fácil del engaño. Crecer implica aferrarse a la Palabra, vivir en la verdad con amor y reconocer a Cristo como cabeza. Un discípulo preparado ora, se nutre de la Escritura y permanece unido a su iglesia local, fortaleciendo la fe y contribuyendo a la unidad del cuerpo de Cristo. Cada miembro, al ejercer su don, edifica a los demás y refleja el carácter de Cristo.
⛪Así, la iglesia crece en amor y se mantiene firme ante toda enseñanza errónea.
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