Amado Señor, en este día te pido que me ayudes a caminar con propósito, a vivir con la certeza de que Tú estás a mi lado en cada paso que doy. Que mis decisiones reflejen Tu amor y que mis acciones hablen de la fe que llevo en mi corazón.
Cuando las tormentas lleguen, dame la fuerza para permanecer firme, confiando en que Tu mano me sostiene. En esos momentos de duda, recuérdame que Tu fidelidad nunca falla y que Tus promesas son mi ancla en medio de la incertidumbre.
Hoy decido creer, no solo con palabras, sino con todo mi ser. Creer que Tú harás más de lo que puedo imaginar, que Tu poder y Tu amor no tienen límites. Que mi vida sea un reflejo de Tu gracia, y que en todo momento pueda decir con confianza: "En Ti confío, Señor."
Gracias por ser mi guía, mi refugio y mi esperanza. En Tu nombre, amén.
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