Amado Dios, en este nuevo día me acerco a Ti con un corazón agradecido por la oportunidad de despertar a una nueva mañana, llena de promesas y posibilidades.
Te agradezco, Señor, por infundir esperanza en cada rayo de sol que ilumina este día. En medio de los desafíos y las incertidumbres, encuentro consuelo en tu promesa de que todas las cosas trabajan juntas para el bien de aquellos que te aman.
Hoy, fortalece mi fe, oh Dios. Permíteme ver tu mano amorosa guiándome a través de cada paso, incluso cuando el camino parece oscuro. Que mi fe no vacile, sino que crezca en cada desafío, sabiendo que en Ti, todas las cosas son posibles.
Encomiendo mis sueños y anhelos a tu voluntad divina, confiando en que tienes planes para mi vida que superan cualquier comprensión humana. Que la esperanza brille como una luz en mi corazón, recordándome que eres el faro en medio de la tormenta y que, en Ti, siempre encontraré refugio.
Señor, que mi día esté lleno de oportunidades para compartir esta esperanza y fe con aquellos que me rodean. Que mi vida sea un testimonio vivo de tu fidelidad y amor inagotable.
En los momentos de duda, ayúdame a aferrarme a la certeza de tu presencia constante. Que mi fe en Ti sea un ancla firme en medio de cualquier tormenta, y que la esperanza que encuentro en tu amor sea un faro que guíe mi camino.
En el nombre de tu amado Hijo, Jesucristo, elevo esta oración.
Amén.
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