Cierta vez un hombre visitó a su Rebe, Rabí Ierajmiel de Pshisja, y le relató su problema.
- Rebe, soy un sastre. Con los años gané una excelente reputación por mi experiencia y alta calidad de mi trabajo. Todos los nobles de los alrededores me encargan sus trajes y los vestidos de sus esposas. Hace unos meses, recibí el encargo más importante de mi vida. El príncipe en persona escuchó de mí y me solicitó que le cosiera un ropaje con la seda más fina que es posible conseguir en el país. Puse los mejores materiales e hice mi mejor esfuerzo. Quería demostrar mi arte, y que este trabajo me abriera las puertas a una vida de éxito y opulencia. Pero cuando le presenté la prenda terminada, comenzó a gritar e insultarme: - ¿Esto es lo mejor que puedes hacer? ¡Es una atrocidad! ¿Quién te enseñó a coser? Me ordenó que me retirara y arrojó el traje tras de mí. ¡Rebe, estoy arruinado! Todo mi capital estaba invertido en esa vestimenta, y peor aún, mi reputación ha sido totalmente destruida. ¡Nadie volverá a encargarme una prenda luego de esto! ¡No entiendo qué sucedió, fue el mejor trabajo que hice en años!
-Vuelve a tu negocio - dijo el Rebe -, descose cada una de las puntadas de la prenda y cóselas exactamente como lo habías hecho antes. Luego llévala al príncipe.
- ¡Pero obtendré el mismo atuendo que tengo ahora!, protestó el sastre.
Además mi estado de ánimo no es el de siempre.
- Haz lo que te indico, y Dios te ayudará - dijo Rabí Ierajmiel.
Dos semanas después, el sastre retornó.
- ¡Rebe, usted ha salvado mi vida! Cuando le presenté nuevamente el ropaje, el rostro del noble se iluminó: ¡Hermoso!, exclamó. ¡Este es el más hermoso y delicado traje que haya visto! Me pagó generosamente y prometió entregarme más trabajo y recomendarme a sus amigos. Pero Rebe, deseo saber ¿Cuál era la diferencia entre la primer prenda y la segunda?
- El primer traje - explicó el Rebe - fue cosido con arrogancia y orgullo. El resultado fue una vestimenta espiritualmente repulsiva que, aunque técnicamente perfecta, carecía de gracia y belleza. Sin embargo, la segunda costura fue hecha con humildad y el corazón quebrado, transmitiendo una belleza esencial que provocaba admiración en cada uno que la veía.
La historia del sastre y su Rebe, Rabí Ierajmiel, que resalta la importancia de la humildad sobre el orgullo en la calidad de la obra, resuena profundamente con varios principios y enseñanzas presentes en la Biblia. Aquí te presento algunas conexiones y versículos clave:
1. Dios se opone al orgulloso y exalta al humilde
Este es un tema recurrente en las Escrituras. La Biblia advierte consistentemente contra la soberbia y promete bendiciones a los humildes.
- Santiago 4:6: "Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes." (Este versículo es un eco directo del mensaje del Rebe).
- Proverbios 3:34: "Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores, Y a los humildes dará gracia."
- Proverbios 16:18: "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu." (Esto se relaciona con el "corazón quebrado" del sastre, que precede a su éxito).
- Proverbios 29:23: "La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra."
- Lucas 14:11: "Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido."
2. La importancia de la intención y el corazón en el trabajo
Aunque la Biblia no habla directamente de "coser con arrogancia", sí enfatiza que la actitud y el corazón con los que se realiza una tarea son fundamentales y son vistos por Dios.
- 1 Samuel 16:7: "Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová
no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón." (Este versículo subraya que Dios ve más allá de la apariencia externa, hacia la condición interna, que en el caso del sastre sería la intención y la actitud). - Colosenses 3:23: "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres." (Aunque se refiere a hacer las cosas "de corazón", la implicación es que la motivación y la actitud interna son cruciales para que el trabajo sea agradable a Dios).
3. La gracia y la belleza que provienen de la humildad
El Rebe menciona que el segundo traje, hecho con humildad y corazón quebrantado, transmitía una "belleza esencial" y "gracia". Esto se alinea con la idea bíblica de que la verdadera belleza y favor provienen de una disposición humilde.
- 1 Pedro 5:5: "Igualmente, jóvenes, sed sumisos a los ancianos; y todos, revestíos de humildad los unos para con los otros; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes."
- Salmo 51:17: "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios."
(Aunque se refiere a la contrición por el pecado, el concepto de un "corazón quebrantado" es valorado por Dios y lleva a la restauración y al favor).
En resumen, la historia del sastre es una hermosa alegoría de principios bíblicos fundamentales: el orgullo lleva a la caída y al desagrado, mientras que la humildad, incluso en el trabajo más técnico, atrae la gracia de Dios y el favor de los hombres, resultando en una "belleza" que va más allá de lo meramente superficial.
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