Padre, gracias porque oyes mi clamor cada mañana. Gracias por todas las respuestas de oración que he recibido en mi caminar contigo. ¡Te alabo por tu gran fidelidad!.
Gracias, Dios, porque escuchas mi voz. ¡Es tan maravilloso saber que puedo acercarme a ti en cualquier momento! Sin importar la situación que yo esté pasando, tú estás conmigo escuchándome, animándome, guiándome. Gracias porque oyes el clamor de mi corazón, ni siquiera tengo que expresar en alta voz lo que anhelo.
Señor, ¡qué lindo es saber que estás conmigo! Gracias por tu presencia que me acompaña de día y de noche. Gracias porque no me abandonas en mis momentos de confusión o incertidumbre. Todo lo contrario, te mantienes a mi lado trayendo claridad a mis pensamientos y a mi corazón.
Padre amado, ¡quiero vivir para ti! Ayúdame a entender cuál es tu voluntad para mi vida en este día.
En el nombre de Jesús, amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario